lunes, 22 de abril de 2013

Salud y cultura.





Atención sanitaria a la población de origen subsahariano (con especial atención al caso de Senegal)
Cultura sanitaria: Convivencia hospitalaria

Es posible que presenten desconfianza hacia la comida del hospital y que prefieran comer sólo aquello que les proporcionan sus parientes o amigos

La inmensa mayoría de los senegaleses profesan la religión musulmana, que prohíbe expresamente el consumo de carne de cerdo. Incluso en aquellos casos en los que los dietistas de los centros hospitalarios garantizan que los alimentos que se les van a ofrecer no contendrán cerdo, los pacientes de origen senegalés pueden rechazar la comida del hospital. Esto se puede deber, por una parte a la desconfianza hacia el respeto de sus costumbres por parte de la sanidad occidental, y por otra parte a la sospecha de que los alimentos que les van a servir se hayan cocinado en el mismo recipiente en que anteriormente se ha cocinado carne de cerdo. Es habitual, por tanto, que los pacientes de origen senegalés sólo coman los alimentos que les traen sus familiares. Ésa es, por otra parte, la costumbre en los hospitales públicos senegaleses, en los que la alimentación de los pacientes corre a cargo de la familia.

El seguimiento del Ramadán puede afectar al consumo de medicamentos

Durante un mes, cuyo principio y final varían cada año, los musulmanes practican el Ramadán, que consiste, entre otras cosas, en ayunar desde la salida hasta la puesta del sol. Durante el ayuno está prohibido ingerir alimentos, beber líquidos, fumar o, en los casos más extremos, tragar saliva. En general, el Ramadán no debe afectar a los pacientes hospitalizados, ya que los enfermos graves están exentos de seguir el ayuno; aunque algunos pacientes especialmente sensibles a estas prácticas religiosas, pueden insistir en seguir el Ramadán a pesar de la gravedad de su enfermedad. Los principales problemas en época de Ramadán pueden surgir con aquellos pacientes que no están graves, ni hospitalizados, pero que durante las horas del día deben tomar algunos medicamentos que pueden tener efectos perjudiciales si se consumen en ayunas.

Es habitual que los pacientes hospitalizados reciban muchas y abundantes visitas, y que éstas se encarguen de tareas propias del personal sanitario

En África subsahariana no está enfermo el individuo, está enferma toda la familia a la que pertenece, y es a la familia a quien corresponde cuidar del enfermo y tomar las decisiones oportunas para su curación. La mayor parte de las enfermedades se tratan mediante cuidados familiares, basados fundamentalmente en el consumo de plantas medicinales. También los tratamientos medicinales o rituales, designados por los curanderos tradicionales, son llevados a cabo por el conjunto de la familia. Finalmente, la carencia de medios materiales en la mayoría de hospitales públicos, hace que el cuidado del paciente ingresado recaiga sobre los miembros de la familia. Las habitaciones de los hospitales suelen estar casi constantemente ocupadas por un gran número de familiares y amigos, acompañando al paciente y ocupándose de él. Como decíamos, a la familia corresponde no sólo el cuidado sino también la toma de decisiones respecto a la forma de afrontar la enfermedad. Esto puede causar algún tipo de problemas, especialmente en servicios como el de urgencias, en el que el paciente puede negarse, pese a lo grave de la situación, a tomar una decisión acerca de una intervención o tratamiento, hasta que no lo haya consultado con la familia, y especialmente con los miembros masculinos de la misma.

Es posible que durante su ingreso hospitalario tengan la necesidad de llevar a cabo algún tipo de rezo






Como decíamos, la inmensa mayoría de los senegaleses profesan la religión musulmana, que incluye cinco rezos diarios (el primero de ellos de madrugada). Este rezo se realiza sobre una estera, mirando hacia la Meca, de rodillas y tocando en algunas ocasiones el suelo con la frente; en general se hace en silencio o en susurros. Antes de cada rezo se debe proceder a una limpieza exhaustiva de diferentes partes del cuerpo. En principio, estas prácticas no deberían causar excesivos problemas de convivencia, ya que no exigen especiales condiciones de intimidad o de silencio por parte de las otras personas presentes. Las únicas quejas suelen venir por un excesivo tránsito de personas alrededor de la persona que está rezando y que pueden crear una cierta sensación de falta de respeto. Por otra parte, las personas que están enfermas graves pueden estar exentas de realizar estos rezos, o pueden realizarlos tumbados en la cama, normalmente pasando las cuentas de un rosario.

Suelen negarse a quitarse los amuletos o a que los toque otra persona

Un muy elevado tanto por ciento de senegaleses lleva consigo algún tipo de amuleto, denominado gri-gri. Estos amuletos suelen consistir en una pequeña bolsita de piel (aunque en algunos casos el gri-gri puede ser bastante grande) en cuyo interior hay algún papelito con un versículo del Corán, y se llevan colgando de la muñeca, del cuello o de la cintura, siempre en contacto directo con el cuerpo. Estos amuletos combinan la tradición animista con la musulmana, y sirven para proteger a quien lo lleva de la influencia de malos espíritus, del mal de ojo, e incluso de las enfermedades. Si el amuleto deja de estar en contacto con su dueño, o si es tocado por otra persona, pierde su efecto y las consecuencias pueden ser muy perjudiciales. Como comentaremos más adelante, es habitual que se les pongan gri-gris a los niños al poco tiempo de nacer.




Entrar AQUÍ


No hay comentarios:

Publicar un comentario